Periodista y pastor

Finaliza la jornada de este lunes 24 de enero con una gran satisfacción.Dos acontecimientos especiales me han marcado hoy. Por un lado, San Francisco de Sales, patrón de los periodistas y la misa celebrada con el Obispo al mediodía,junto a otros compañeros colaboradores de los medios. La foto es de la celebración de hoy en la parroquia de San Francisco de Asís, donde se encuentra la imagen del santo patrón de la jornada de hoy. En la celebración, el Obispo venía a decir: "Que los medios se preocupen más de la realidad y menos de lo que la gente quiere oir", una llamada a servir a la verdad. Ha sido un estímulo esta fecha porque me recuerda esa vocación tan unida al sacerdocio como es la del periodismo, la comunicación. Es una dimensión de mi persona llamada a desarrollarse cada vez más. Me hace crecer como persona y creyente en la medida que la tengo presente. Quizá, este medio del blog no es sino un medio concreto de canalizar también esa inquietud periodística, unida a las colaboraciones habituales con diversos medios.Me siento bien escribiendo y creo que debo cultivarlo más.

Por la tarde, estuve en el colegio de las salesianas de Tomás Morales, celebración de los 125 años de presencia de las Hijas de María Auxiliadora en España.La capilla hasta arriba,gente de pie, edades variadas...Presidía el Obispo también con quien me encontré de nuevo en esta jornada.Concelebramos varios sacerdotes.Una de las ideas que destaco del Obispo es la de crear una pastoral que habla no tanto de un yo a ustedes, sino de un yo a un tú, es decir el acompañamiento personal y que todo ello lleve a una pastoral del encuentro, a encontrarnos con el Señor y tener experiencia de Él.Eso cada vez lo tengo más claro en el ministerio y es una de mis opciones decididas, todo ello desde la pasión por el evangelio: mi preocupación, atención y acogida a las personas concretas a las que sirvo. Recordaba yo cómo al poco de llegar a Canarias, ya en el año 1991 iba a decir misa los jueves al colegio salesiano de Tomás Morales.Me venían a la mente, eucaristías,convivencias,retiros de profesores...Cuántas veces me ha pasado también que en la calle me han saludado antiguas alumnas...Ha sido una gran alegría encontrarme con la familia salesiana. La celebración de la tarde me ha recordado mi vocación de pastor, el reto de llevar el evangelio a todos, a las personas concretas, a los jóvenes, mantenerme ilusionado en este proyecto apasionante que es el evangelio. Concluida la eucaristía, marché a la parroquia donde tenía encuentro de niños del despertar religioso, un modo concreto de ser pastor. Doy gracias a Dios por estos acontecimientos vividos, doy gracias por mi vocación sacerdotal y periodística, que todo sea puesto siempre al servicio de las personas.