Misa con los jóvenes en el día del Seminario
Una maravilla que son estos muchachos,un encanto. Hoy les tocaba preparar la eucaristía como tercer sábado de mes.Algo más de gente que otros días, las familias de los jóvenes les suelen acompañar. Comencé la homilía con unos cascos, haciendo referencia a la dificultad de enterarnos así de otros mensajes. Hay también otros mensajes, son los que recibimos de Dios ante los que no escuchamos o nos hacemos los sordos.
Al final de la eucaristía, antes de la bendición he tenido un gesto "provocador". Invité a que se pusieran delante del altar los chicos del grupo.Dijeron sus nombres, la gente se fijó en quiénes eran y pregunté a la gente:"¿Creen que algunos de estos chicos podría valer para hacer de su vida una tarea apasionante como sacerdote?" Ante lo cual, se oyó alguna voz que sí, la gente se sonrió, alguno de los jóvenes decía "¡Madre mía!"...La propuesta es que hablemos de esto y los nombres que más se repitan, se lo comunicaremos a los mismos interesados para que ya se lo piensen y disciernan. El Espíritu hará el resto.
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Animo Roldan.
ResponderEliminarBonito comentario Julio,yo estuve en esa eucaristía y si es verdad que algunos de eso chicos se les reflejaba esa alegría en su cara
ResponderEliminaral menos a mi me llamó la atención uno de ellos
pues si el siente desde ahora esa llamada del
Padre, pues porqué no puede ser sacerdote si ese
es su deseo y siente desde ahora esa vocación de servicio a Cristo.tampoco sería justo que sus familias les quitaran la vocación que ellos siente porque es la más digna y hermosa que hay
no se puede comparar con ningún otro oficio..
Qe Dios os llene de bendiciones a todos..Saludos
Julio..