Pasan los días, pero con ellos suceden acontecimientos que deseo comentar. El viernes tuvimos antes de la eucaristía Via Crucis en audio, con textos de Juan Pablo II. Fue una novedad, me senté a escucharlo y meditarlo, la verdad que me impresionó y me emocionó. Cuántas veces nos acostumbramos a lo que ya hemos oido de siempre y nos deja iguales.Qué bueno poder escuchar las cosas como si fuera la primera vez, para saborear toda la riqueza que encierran.
Tras la celebración de la eucaristía, la Escuela de la Palabra. Participamos doce personas, curioso número que nos recuerda los apóstoles del Señor. Tuvimos la lectio divina desde la lectura del evangelio del domingo (Lucas 4,1-13) . Aprendimos los diversos momentos: disponerse, leer, preguntarse-entender, meditación,oración,compromiso. Personalmente, me ayudó mucho, sobre todo me facilitó la tarea haberme preparado la reunión, en ese sentido aconsejo a cuantos quieran asistir a esta propuesta bíblica es que se traigan leido el texto evangélico y trabajado en la medida de lo posible. Una tentación de este tipo de encuentros es ir a ver qué dice el cura, qué dicen los demás...sin haberme preparado personalmente para nada. La riqueza de un grupo bíblico radica en el trabajo personal que hago con la Palabra, eso facilita mi aportación a los demás, una interiorización más fuerte.Me ayudó mucho de cara a la homilía del domingo.
El sábado tuvimos adoración eucarística desde las 10,30 de la mañana hasta las 5,30 de la tarde. Inicié la exposición leyendo el evangelio de la eucaristía, hubo material de reflexión en torno a ese mismo pasaje del primer domingo de cuaresma, las tentaciones de Jesús en el desierto.
Por la tarde, la eucaristía. Asombroso el número de personas que habia en el templo, a pesar de que el sábado por la tarde era la cabalgata del carnaval. Por eso, comenzaba la celebración felicitando a la gente porque habían hecho una buena elección.Venimos a misa no porque no tengamos nada que hacer en ese momento, sino porque habiendo una amplia oferta de actividades, elegimos la que pensamos que es mejor para uno mismo.
La homilía comenzamos haciéndola dialogada compartiendo la reflexión previa de quienes ya se habían leído el evangelio. Eso le da un sabor nuevo a la eucaristía, iré introduciéndolo poco a poco. Todos nos enriquecemos con las aportaciones de unos y otros, eso supone esa tarea previa personal del encuentro con la Palabra.
También, tras la eucaristía vimos el primer vídeo de 5 minutos sobre el Credo que iremos viendo en Cuaresma y Pascua. Le encantó a la gente, de un modo visual,ágil y moderno lo más importante de la fe. Concluíamos con una invitación, con Ana María Villanueva, a los Talleres de Oración y Vida, una experiencia realizada por miles de personas en el mundo entero.El domingo fue un matrimonio Enedina y Teo que comentaban cómo la vida les ha cambiado desde que hicieron este encuentro sobre cómo aprender a orar.
El domingo, preciosa celebración eucarística para niños y familias a las once de la mañana. Comenzábamos con una curiosa procesión de entrada: con antifaces, luego tras el rito penitencial se quitaban los antifaces o los rompían. Ser transparentes y auténticos sin máscaras. Invitamos a que en casa se lea la Palabra de Dios, en especial el texto del evangelio dominical. Puede acompañarse de un símbolo en el que en un recipiente se coloca algo de tierra y en ella las fotos de la familia, junto a la Biblia, la llamada a ser buena tierra que acoge la Palabra, a vivir este tiempo cuaresmal como desierto.El gesto culminante de la eucaristía fue la entrega de la Biblia a las familias de los niños y niñas que este año recibirán a Jesús, gesto que emocionó a más de un padre y madre.
Personalmente, el texto de Lucas 4,1-13 me dice muchas cosas. Planteo algo aquí:
- Jesús es llevado al desierto por el Espíritu Santo. En los desiertos de nuestra vida qué importante dejarnos conducir por el Espíritu.
-Jesús responde a las tentaciones con textos de la Escritura. Qué importante vivir y conocer la Palabra que nos dará una respuesta en momentos en que debemos realizar una opción importante.La pregunta del millón es ¿qué haría Jesús en mi lugar, a la luz de su Palabra? Buen criterio de orientación.
- Jesús fue tentado en más ocasiones. Su vida fue una lucha entre hacer realidad el proyecto del Padre o el proyecto del diablo, opta por el proyecto del Padre que ni llegan a entender sus discípulos. Nuestra vida es una lucha auténtica por vivir la fe en medio de la adversidad.
- Jesús es tentado pero no cae. Una cosa es ser tentado y otra caer, pecar.Importante esta puntualización para vivir más liberados. Las tentaciones es algo a lo que nos vemos sometidos todos, lo fundamental es hacer un uso positivo de la propia libertad. Y si uno cae, lo importante levantarse porque la mano de Dios no nos va a faltar para levantarno. Muchas veces Dios puede haber permitido en ti una prueba en la que has caído para que encuentres fuerza y te levantes, es lo que decía San Pablo " te basta mi gracia, la fuerza se realiza en la debilidad".
- Siempre caemos en la misma piedra. Una pequeña gran tarea personal es ponerle nombre a nuestras tentaciones y pecados en los que caemos, es un ejercicio de conocimiento personal que nos facilitará conocernos mejor, trabajarnos más para superarnos con éxito. Eso sí, contando no con nuestras propias fuerzas, sino con el auxilio del Espíritu Santo.
Está por delante este tiempo hacia la Pascua. La búsqueda de momentos de silencio,soledad,retiro debería ser algo primordial en la vida de quienes somos creyentes. En esta línea, te invito a que busques durante estas semanas, en estos próximos meses alguna tanda de ejercicios espirituales, retiro,cursillo de Cristiandad...Experiencias que te llevarán a tener un encuentro más auténtico con Dios, siente cuánto te quiere y lo especial que eres para El. Lo demás te vendrá por añadidura: un corazón nuevo. Concluyo a modo de resumen, con el título de esta entrada del blog: "Tentados pero afortunados"
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