Renovarse o morir

Siempre es positivo hacer un resumen de la semana, o al menos de aquellos acontecimientos más importantes de la vida de la comunidad parroquial.


Comienzo escribiendo sobre la buena respuesta de los Talleres de Oración y Vida. La sesión de presentación era el pasado miércoles, acudieron unas 15 personas,y entre ellas había gente joven.No todos son de la parroquia, han venido también de otros lugares.Eso es positivo, la parroquia del tercer milenio supera ya el tradicional territorio físico para ser un espacio para las personas que buscan con sinceridad, sin importar de donde proceden. Ha sido una alegría, una respuesta del Espíritu que ha deseado tocar corazones que le han comenzado a responder positivamente.Se reunirán los miércoles a las 7,30 durante 15 sesiones semanales de dos horas cada una.Mis mejores deseos a cuantos inician esta experiencia, que la vivan hasta el final, será un hermoso recorrido por los distintos caminos de la oración.


Otro hecho que resalto es la formación arciprestal que hemos iniciado el pasado jueves en el salón parroquial de San Vicente de Paúl. En total eramos unas 120 personas de las seis parroquias del arciprestazgo de Las Rehoyas, zona a la que pertenece nuestra parroquia de la Santa Cruz. Juan Francisco Comendador, responsable del Seminario Menor y profesor del Instituto Superior de Teología Islas Canarias (ISTIC), fue quien presentó esta primera charla de un total de tres que tendremos los jueves. Lo presentó como una reflexión compartida más que una conferencia.El título "Ser creyente en tiempos descreídos".Fue muy dinámico ya que en varios momentos lanzó varias preguntas para debatir como: ¿qué es la fe, qué es creer?¿vivimos en tiempos de increencia? 

Frente a una mayoría de personas que afirmaban vivimos en tiempos de increencia, el profesor Comendador expone la tesis de que el hombre y la mujer de hoy es profundamente religioso. Hablaba de lo espiritual como de una dimensión irrenunciable del ser humano. Muchas personas buscan hoy experiencias espirituales: meditación,yoga,viajes,lectura,escritura,contacto con la naturaleza...

Desde ahí, establece una distinción entre ser hombre o mujer espiritual o tener fe, ser creyente. El sentido de la fe puede diverso, por una parte hace referencia a contenidos, normas,leyes. Por otro lado, la fe habla de confianza en alguien,es una actitud. Esto plantea interrogantes en la vida del cristiano. La conversión por tanto pasaría de tener fe en una serie de normas y leyes, en un cristianismo de cumplimiento, a una vivencia auténtica de la fe, expresada en una auténtica confianza en Dios.Ahí tenemos un reto quienes decimos ser seguidores de Jesús de Nazaret. La fe en Dios se convierte así en un modo de situarse en la vida, de una posibilidad de vivir de manera diferente.Genial, sencillo,breve,comprensible,cercano a todos. El próximo jueves será Segundo Díaz Santana quien nos acercará el proceso de creer, el camino de la fe.




Ayer viernes tuvimos la Escuela de la Palabra, buena respuesta, unas 20 personas.Reflexionamos juntos sobre el Evangelio de este domingo.Es el pasaje de la transfiguración que nos ofrece la liturgia en este segundo domingo de cuaresma del ciclo C, dedicado al evangelio de Lucas. La cita la encontramos en Lucas 9,28b-36. No deseo hacer una meditación del texto bíblico, pero sí dejo caer algunas pinceladas. Personalmente, me interpela este pasaje por varios motivos. Jesús lleva con él a Pedro,Santiago y Juan para hacerles partícipes de modo anticipado de su muerte y resurreccción. Ellos no entienden el sentido de la misión de Jesús que debe pasar por la pasión. A nosotros, los creyentes nos pasa algo similar, no acabamos de entender el sentido del dolor, el sufrimiento,la dificultad,las contrariedades...Para muchas personas que se dicen creyentes de toda la vida ( a esos hay que tenerles miedo porque no cambian para nada, están más muertos que vivos), ser creyente es una tradición muerta más que una experiencia viva de encuentro con Cristo.La oración puede ser un "Monte Tabor" donde el Señor ilumine nuestra realidad de la vida para transformarla. Es necesario salir de nuestras comodidades ("¡Qué bien se está aquí..!") de celebraciones bonitas pero alejadas de la vida, de momentos idealizados y edulcorados de supuesta oración, de estar instalados seguros haciendo las cosas de siempre por la simple razón de que siempre se han hecho así. Vivimos una Iglesia dormida, instalada en su seguridad, en lo de siempre, con miedo a lo nuevo. Ojalá, este momento histórico que vive la Iglesia católica sea una oportunidad de discernimiento a la luz del Espíritu para que todos cambiemos, seamos más proféticos, sin miedos ni complejos a que nos señalen con el dedo, fuera respetos humanos, fuera el deseo de quedar bien con todos y no saber decir una palabra que provoque reflexión y cuestione la conciencia.

  Doy gracias por la asamblea arciprestal de Cáritas a la que han asistido unas treinta personas, de ellas algunas eran de nuestra parroquia, fue en el Colegio Claret de Tamaraceite. Volvían contentos quienes participaron, los tuve presente en la oración. 



Hace un rato celebré la eucaristía dominical ya en el sábado por la tarde,hoy preparada por los jóvenes. El relato de la transfiguración era el centro de este segundo domingo de cuaresma.Compartimos la reflexión en voz alta, jóvenes y adultos.Un icono de la transfiguración junto al ambón ayudaba a vivir con intensidad esta Palabra del evangelio de Lucas. La homilía fue parte compartida, lanzando la pregunta sobre lo que nos dice el texto proclamado. La verdad lo que cuesta que las personas hablen en público y compartan su reflexión personal. Aunque costó que hablaran, sí que hubo algunas aportaciones interesantes sobre todo de los jóvenes e incluso alguna persona mayor. Todos nos enriquecemos. Entiendo que acostumbrados durante años a misas en las que el cura es el que habla solamente, a muchos les cuesta cambiar el "chip", pero bueno seguiremos ahí animando a que el Evangelio sea ese libro de texto de los cristianos que nos ayuda a vivir la vida con intensidad.



Entre los símbolos que presentaron en el ofertorio estaba una escalera que colocaron junto al ambón y el icono de la transfiguración. Gesto visible y comprensible de ese esfuerzo de superación, de elevación que debemos hacer impulsados por la Palabra y la Eucaristía de modo especial.¡Otra vez hago una homilía subido a una escalera!

Hemos continuado con el credo en vídeo, hoy veíamos "creador del cielo y de la tierra".Para quien tenga interés en este vídeo lo pueden encontrar en Produccciones Goya.

Finalmente, la eucaristía tenía una especial acción de gracias, para Luis, un niño de catequesis de tercero de primaria que ha estado gravemente enfermo en el hospital y ya se recuperó. Le acompañaba toda su familia y le dimos un fuerte aplauso al final de la misa.

Esta ha sido la semana a grandes rasgos. Todo lo que ofertamos en la parroquia responde a esa frase que lleva el título de este artículo: "Renovarse o morir". Renovarse y hacer una experiencia de oración, optar por ponerse más al día en formación cristiana, profundizar en la Palabra,buscar gestos y símbolos para hacer celebraciones más vivas. Todo el que no se renueva, se empobrece y muere. Qué bueno si en tu vida decides renovarte, te llenarás de vida.

Felicitarte a ti que lees estas líneas porque has sido capaz de llegar hasta aquí,leyendo esta entrada del blog. Por supuesto, recordar que esto sigue siendo un servicio para todos los que lo visitan y a mí se me puede localizar siempre que lo deseen, en la parroquia, o por aquí en estos mundos de las nuevas tecnologías donde permanezco siempre a tu servicio para lo que necesites.Te deseo todo lo mejor en este camino cuaresmal hacia la Pascua.



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