La jornada de oración por las vocaciones, cuarto domingo de Pascua, nos invita a valorar las distintas llamadas dentro de la comunidad eclesial. En la misa de este sábado 15 de mayo, hemos podido conocer de cerca el testimonio misionero de Inmaculada Cabrera, Carmelita Misionera. Ella es una de ese centenar de vocaciones misioneras canarias que están repartidos por el mundo entero.
Inmaculada nos acercó su experiencia de 30 años en Malawi en Africa, trabajando como enfermera, ayudando a dar a luz a numerosas mujeres. Aprovechando su estancia con su familia se acercó hasta nuestra comunidad parroquial.Naturalmente,la celebración de la eucaristía tuvo con su testimonio un sabor nuevo, un aliento especial. Personas como esta misionera, Inmaculada, contagian con sus palabras a todos los que la escuchamos.
Gracias,Inmaculada, por tus palabras llenas de vida, por la fuerza del evangelio que hay en tu corazón.Señor, que nunca falten vocaciones a nuestra Iglesia, tampoco a nuestra comunidad parroquial de la Santa Cruz.Bendícenos con vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras.
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