El cuadro "El hijo pródigo" del pintor Rembrandt



Interesante meditación para este tiempo de Cuaresma, desde la contemplación de una obra artística que expresa la ternura y la misericordia divinas.La escena está basada en el relato evangélico que puedes encontrar en el Evangelio de Lucas 15,11-32.

El original está en el Museo Nacional Hermitage en San Petersburgo, en Rusia.Aquí, en este enlace, puedes contemplar cada pincelada con detalle,pincha aquí.

Para conocer más, te invito a leer el libro "El regreso del hijo pródigo" de Newman.

Finalmente, este vídeo sintetiza muy bien esta escena. Ahora, sólo te queda experimentar en tu vida la ternura y la misericordia de Padre Dios, El siempre te espera con los brazos abiertos.



2 comentarios:

  1. Hermoso todo el cap.15 del evangelista Lucas y bellísima la escena representada en la obra de Rembrandt. Leer el libro y/o meditar dicha parábola, me hace sentir el Amor y la misericordia con que Padre (Madre) Dios me recibe cada vez que me alejo de Él, en el sacramento de la reconciliación. Dios acoge mi vida con Amor incondicional, sin reproches, se alegra y festeja que regrese a sus brazos, sin importarle el tiempo que haya estado apartado de Él. No mira (casi ciego, como lo refleja el pintor), ni juzga la actitud que haya tomado durante mi “ausencia”, me recibe transmitiéndome seguridad y confianza. Nadie entrega gratuitamente tantísimo AMOR. Solamente un padre o una madre como Él. ¡Bendito y alabado seas Señor!.

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  2. Si nos fijarámos bien y con atención a esta imagen hijo pródigo,¿cuántos de nosotros en nuestra vida hiciéramos lo mismo que hizo Dios con su hijo?.Hoy consideramos una de las parábolas más conociadas del Evangelio:la del hijo pródigo,que advirtiendo la gravedad de la ofensa hecha a su Padre regresa a Él y es acogido con enorme alegría.Dios nos pide que nos convirtamos al amor.
    Ven y aviva en nuestro corazón y nuestras
    manos el amor fraterno que nos hace parecernos a Jesús.

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