Bella parábola sobre Ángel - por Sergio Afonso

Hoy lunes he recibido una pequeña historia recordando a Angel, justo también en el día en que murió el literato José Saramago, residente en Lanzarote, de donde era natural Angel.
Reproduzco a continuación estas letras escritas por su compañero sacerdote Sergio Afonso:

Ángel ¿seguimos caminando?

Es muy conocida esta forma que Jesús el Señor, tenía de contar historias: las parábolas. Todos podían entenderle y todos, ante aquellas situaciones eran provocados a cambiar de actitudes. Razones tenía Ángel, para decirme que estaba en lo cierto, que el lenguaje es muy importante porque es capaz de transformar la historia, fue una de nuestras últimas conversaciones. A él le gustaban las canciones de “Drexler”, decía que sus letras eran buenas noticias para el mundo, ahora bien, estaba convencido que la mejor historia que escuchó fue la del carpintero de Nazaret. Desde esa lectura, aprendió a vivir siguiendo sus huellas y un día recibió de la Iglesia la invitación a una tarea: este mundo tiene que ser un poco más parecido a lo que Dios sueña. En el corazón de la Diócesis que es el seminario, al que después serviría en sus primeros años de cura, aprendió a rastrear las huellas de ese Dios en medio de la vida; escuchó y oró con palabras y hechos del Evangelio con jóvenes como él, configurándole en una manera de ser que seducía a todos los que tuvimos la suerte de caminar juntos. Entre tantas historias del Evangelio que compartimos, a la luz de su marcha a la Casa del Padre, junto a otro persona muy conocida, se me ocurrió releer la parábola del hijo prodigo o mejor dicho la del Padre Bueno…

Había en una isla volcánica del Atlántico un padre con dos hijos… El mayor se llamaba Ángel, el menor José. Aunque desde Marruecos a la India y desde Turquía al Sudán esta historia parece imposible, el menor de los hijos, José deseó la muerte de su padre, bueno no solo la deseó sino que hizo lo imposible para que todos supieran que el “no tenía padre”… Incluso llegó a decir que “no existía evidencia de que la fe de esa existencia pudiera cambiar algo, por ejemplo, las montañas de sitio”. Trabajó en su vida y la configuró dando vida, soñó con un mundo distinto de hermanos libres, sin padres ni ataduras, trabajó gustosamente para que los hombres y mujeres salieran de la ceguera. Tanto renunció a su padre que José se enfrentó a todo lo que a él le recordara de donde venían sus sueños de libertad, además, fue reconocido por todos, premiado con las más altas distinciones y vivía en aquella tierra que le enamoró, su isla, eso sí, sin reconocer el trabajo de su padre en los surcos abiertos entre la lava y el “malpais”, porque para él, su padre no hizo nada…

El mayor de los hijos, Ángel marchó a otras tierras, a otras vidas lleno del amor de su padre, conquistado por la belleza que le brindó desde niño y así lo proclamó a los mil vientos. Aprendió pronto a darse cuenta de sus fallos, sus incoherencias, bueno, “sus pecados”… Esto no sólo no le traumatizó sino que siempre se sintió querido por su padre hasta en lo más débil y obscuro de su vida. Soñó al igual que José con la libertad y la fraternidad, el respeto a la dignidad de todos los seres humanos, lo aprendieron en el mismo seno donde fueron concebidos, y al igual que su hermano menor ando por muchos lugares para dar vista a los ciegos de la soberbia y la mentira, hacer andar tantos proyectos que cojeaban o estaban sin piernas y hasta es cierto que Ángel resucitó mas de un muerto, eso sí, muertos de odio o de tristeza, de sufrimiento o desesperanza. Él si sabía que la fe mueve montañas, no las del fuego, sino las de la ignorancia y la miseria, las de los pueblos empobrecidos, las montañas de los poderosos que se mueven cuando la solidaridad y unión quebrantan los cimientos de un mundo mal e injustamente repartido. Sí, Ángel supo anunciar con su vida que otro mundo es posible. Podría haberse quedado allá en la isla volcánica y llevar los negocios de su padre, hoy tendría una abultada cuenta corriente y un hermoso chalet pero no, murió con apenas 400 y pico euros porque se le ocurrió marcharse un 18 de junio y ya se había gastado una parte del sueldo… José y Ángel se fueron un 18 de junio a reunirse con el padre, cada uno llevaba lo que llevaba. El Padre abrazó a los dos por igual, a los dos salió a recibirlos con lagrimas en los ojos y a los dos no les tuvo en cuenta lo que de mal hubo en sus vidas, a los dos los amaba profundamente.

Termina la parábola y sigue la vida. Angelito sí, seguimos caminando en la Laja, en las Canteras, por Valsequillo, en los campamentos de la JOC, en las asambleas de la península a las que fielmente siempre acudías o en la misa del barrio del Cardón… Si, tú tienes, siempre tuviste, como el hijo mayor de la parábola el mejor de los premios, la perla escondida, el tesoro enterrado, la certeza de saberte en Manos de Dios. Y quien así vive, se siente triunfador, porque ni la muerte ni la vida, ni el presente ni el futuro ni el Nobel ni el premio de Canarias, nada de eso te haría cambiar el servicio que la Iglesia puso en tus manos, gracias por romper tu corazón por todos nosotros.
Sergio Afonso Miranda

2 comentarios:

  1. "Bonita y hermosa parábola"y según cuenta es un relato
    como la vida misma,que había llevado Ángel y su hermanoel mensaje de la parábola es semejante al hijo pródigo.Es una parábola con demasiada enseñanza no solo para los hijos pródigos,también para los que estamos en casa.Sabiendo que somos hijos de Dios pensamos que lo merecemos todo.A veces no somos ni capaces de agradecer a nuestro Creador por el gran don de la vida.Y mucho menos nos eforzamos por corresponder a su Amor Infinito.No creo que podamos alabar suficientemente a Dios por el milagro del nacimiento y la bendición de nuestros hijos.No importa
    si le agradecemos o no.Lo más hermoso es ver que Dios
    no se cansa y por mucho que nos alejemos de el cuando
    deseamos volver ahí esta con los brazos abiertos esperandonos con tu corazón lleno de Amor.Dios es el
    Pastor que se alegra al encotrar la oveja perdida.El premio más grande de Ángel ha sido su gran vocación
    eso ya lo hace ser un triunfador y con ese premio se a ido a la casa del Señor.Digamos a "Cristo Señor tú
    lo sabes todo tu sabes que te quiero".Que el Señor Jesús nos bendiga a todos.Gracias julio por esta oportunidad que nos das para poder homenajear al "Padre Ángel."Y un recuerdo especial para toda su familia.

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  2. Preciosa historia ,me ha hecho emocionar.Nos hace pensar lo que verdaderamente es importante para Dios.Me ha hecho darme cuenta que aunque sea esa hija "no buena" , ËL siempre va a estar esperándome.
    Siento mucho la pérdida de Angel.

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