Una celebración impresionante






Me he atrevido a decir que la celebración de la toma de posesión del jueves 17 ha sido una de las más impresionantes en mis despedidas y entradas en las parroquias donde he estado. Casi podría decir que uno de los días más importantes de mi vida. Uno, no el único ni el primero porque el más destacado es la fecha de mi ordenación sacerdotal, el 25 de marzo de 1990.

En la iglesia habría cerca de 300 personas, intentando redondear ya que había mucha gente de pie.Presidió el vicario general de la Diócesis de Canarias, Hipólito Cabrera. Concelebraron diversos sacerdotes, del arciprestazgo actual de la parroquia y del anterior.Me sentí muy bien acompañado tanto por los hermanos en el sacerdocio como por la comunidad parroquial, amigos y hermanos de otros lugares. Uno siempre está de paso, e intenta dejar huellas de fraternidad que permanecen en el tiempo.Allí estaban de los barrios de Pedro Hidalgo, Las Torres, Siete Palmas, La Higuera Canaria y amigos y conocidos de diversos lugares. Emocionante, difícil de expresar con palabras tanta vivencia y sentimiento.

La celebración es una eucaristía. En ella, se lee al principio se lee el nombramiento como párroco que me hace el obispo. Otro de los momentos es la entrega del evangelio. Le siguen tras la homilía, la profesión de fe y la renovación de las promesas sacerdotales.Tras la comunión la entrega de la llave del sagrario. En varios momentos, el gesto iba acompañado de una ovación espontánea de la asamblea, junto al abrazo entrañable de Hipólito, el vicario.

En cuanto a las lecturas, hicimos algún cambio. La primera lectura era la del día: Primera carta a Timoteo 4,12-16. "Nadie te desprecie por ser joven; sé tú un modelo para los fieles, en el hablar y en la conducta, en el amor, la fe y la honradez". El salmo el 22: "El Señor es mi pastor, nada me puede faltar".



La entrega del Evangelio va acompañada de estas palabras:
"Recibe el Evangelio de Cristo, del cual fuiste constituido mensajero;
anuncia su mensaje de salvación con deseo de enseñar con toda paciencia,
por medio de la catequesis y de la homilía,
ayudando a tus hermanos a conformar su vida con la Palabra de Dios.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo."

Seguidamente, la proclamación del Evangelio de Mate 4,18-22: "Vengan conmigo y les haré pescadores de hombres...Y dejándolo todo, le siguieron".

La idea central de la homilía fue el seguimiento del Señor, no seguimos al sacerdote, sino al Señor que es quien nos convoca. Todo ello supone una entrega mutua del sacerdote a la comunidad y ésta ofreciendo su disponibilidad y colaboración. Así mismo, hubo una llamada a las familias a cuidar a niños y jóvenes y fomentar todas las vocaciones en la Iglesia.

Uno de los momentos más importantes es la renovación de las promesas sacerdotales.Aquel sí que dije al Señor hace ya más de 19 años lo renuevo cada año junto al Obispo en la misa crismal. En este día lo renuevo. Puedo resumirlo con esta respuesta: "Sí, quiero con la gracia de Dios".

Continúa la eucaristía. Deseo resaltar la presencia y participación de diversos miembros de la Higuera Canaria y Caserones, en las peticiones y las ofrendas. En la plegaria eucarística pedimos por la unidad. La Iglesia en camino hacia la unidad, es la cuarta plegaria de las quintas que ofrece el misal y es muy oportuna para estas ocasiones.

Tras la comunión, la entrega de la llave del sagrario.La recibo con estas palabras:
"Recibe la llave del Sagrario.
Conserva con todo cuidado el Pan eucarístico,
para llevarlo a los enfermos y moribundos, a los ancianos
y a cuantos no pueden tomar parte en la Eucaristía.
Procura también que tus fieles se dediquen a la adoración eucarística,
y cuida que esta luz permanezca ardiendo para señalar la presencia del Señor".

No faltaron unas palabras mías, salidas del corazón. Primero, desde que supe que llegaba aquí toda la comunidad ha estado presente en mi oración, de modo especial en el santuario de Ars junto al sepulcro de San Juan María Vianney, patrón de todos los párrocos del mundo. Mis recuerdos de esta parroquia se remontan a cuando de 1991 a 1997 trabajé en la pastoral vocacional, época en la que recuerdo que participaban agentes de pastoral y época en la que celebré alguna eucaristía sustituyendo a D.Manuel Baez tan querido y que desde el cielo se sigue uniendo a esta comunidad cristiana. Pedí comprensión ante lo que supone el ejercicio de otras responsabilidades diocesanas, fuera de la parroquia como son los medios y la delegación de jóvenes. Agradecí la presencia del coro, animando a que sigan haciéndolo tan bien, todos los cantos muy juveniles y participativos, algunos de ellos adaptaciones de cantos latinos con mucho ritmo. En definitiva, agradecí la presencia a todos y dije desde el corazón que ya desde ahora les considero mi familia. Finalizamos antes de la bendición con esta oración:

"Señor, no tienes manos.
Tienes las manos de Julio
para partir el pan de la fraternidad.
Cuenta, Señor, también con nuestras manos
para que unidos a nuestro sacerdote
sigamos haciendo de nuestra parroquia de la Santa Cruz
una verdadera hermandad donde Tú,Señor, te haces presente.

Señor, no tienes labios.
Tienes los labios de Julio
para anunciar la Buena Noticia de tu Evangelio,
a través de todos los medios.
Cuenta, Señor, también con nuestros labios
para proclamar unidos con alegría el gozo de la fe,
a todos, pequeños y grandes,
especialmente en nuestro barrio de Miller Bajo,
pero también en cualquier lugar de nuestras islas.

Señor, no tienes pies.
Tienes los pies de Julio
para caminar hacia los pobres, los necesitados.
Cuenta,Señor, también con nuestros pies
para sentirnos una comunidad en camino,
una comunidad servidora de los crucificados de hoy.

Señor, no tienes corazón.
Tienes el corazón de Julio
para llevar tu amor, tu ternura y tu misericordia
al mundo de nuestros días.
Cuenta, Señor, también con nuestro corazón agradecido
para querer y amar a nuestro párroco Julio,
nuestro Pastor y Hermano,
en esta nueva etapa que inicia entre nosotros.

Gracias, Señor, porque nos envías pastores.
Gracias porque cuentas con nosotros.
¡Gracias,Señor! "

Hubo un hermoso detalle de bienvenida de la parroquia, donde Juan,el sacristán salió a entregarme un pequeño regalo con un abrazo. Dos libros sobre la pastoral parroquial.No me esperaba esto, como yo mismo decía, esto no estaba previsto en el guión.

Tras la bendición, me quedé saludando a la gente. Creo que fue un rato largo saludando a los nuevos feligreses, amigos y hermanos de otros lugares. Me recordaba la ordenación sacerdotal, al final cuando das a besar las manos ungidas. Creo que hacía tiempo que no saludaba de este modo tan seguido a tanta gente, pero fueron unos minutos emotivos y entrañables.

Al finalizar, en la puerta de la iglesia, fuera, se montaron unas mesas y sillas. Allí todo el mundo pudo compartir lo que llevaban. Hubo comida de sobre para todos.Pero mi deseo era saludar e ir conociendo a todos, más que comer. Me quedo más tranquilo viendo que todo el mundo está atendido. Así finaliza uno de los días más importantes de este año y quizá de mi vida.

2 comentarios:

  1. Felicidades Julio por ser caminante y con la mochila a cuesta

    Felicidades a la comunidad de la Sta Cruz por ser una comunidad comprometida y con ganas de compartirse a los demás.Personalmente me senti parte de la comunidad y me recordo mucho a mi parroquia de S.Juan Bosco en el Valle de Jinámar.Una comunidad VIVA.

    Felicidades al coro por esas voces que son un regalo de Dios y que me acercarón al Padre.

    Juntos en la oración.Acoraida

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  2. "Sr.Pastor."Felicidades por esa acogida q has tenido.
    Después de 11 meses entre nosotros nos sentimos tan
    felices como tú Julio,yo no pude asistir a esa
    celebración por motivos que tú ya conoces,pero con
    leer él artículo ya me hago una idea de que esa
    ceremonia fué algo muy especial para ti,acabado de
    llegar a tu nueva parroquia, lo que has sembrado en
    tus anteriores parroquias seguirá creciendo en la
    Santa Cruz.Porque eres un gran Pastor y mensajero
    del Evangelio de Cristo.De hecho es que nuestra
    comunidad parroquial ha crecido mucho con tú
    presencia de Dios.Te adoramos Julio.Un abrazo.

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