Con ritmo de Evangelio


Los primeros días en un lugar al que vas por primera vez, se quedan grabados en el corazón. Es muy importante todo lo que estoy viviendo. Es cierto también que acabo de llegar y aún deberé situarme. Pero creo, que escribir aquí va a facilitar que pueda interiorizar de modo más intenso lo que en estas fechas sucede en mí.

Segundo día de este quinario, estos cinco días de fiestas de la Santa Cruz. Hoy la Virgen de los Dolores. Recordaba en la homilía aquel sueño de esa persona que caminaba por la playa recordando su vida, miraba para atrás y veía cuatro huellas que en los momentos de dificultad se reducían a dos. Aquella persona se rebeló contra Dios porque precisamente cuando más lo necesitaba, lo abandonó. Cuentan que Él le respondío: "precisamente cuando más lo necesitabas te tomé en brazos". Dios nos toma en brazos para superar dificultades en la vida, lo hace con esos brazos de Padre y Madre que es. Los brazos de María que acogen a su Hijo muerto, también nos levantan y nos animan a superarnos, a mirar adelante, a no desfallecer.
Tras la eucaristía, han aparecido más personas para dar la bienvenida.Me encanta que la gente sea tan abierta, tan cariñosa y acogedora. Eso es un aliento importante en estos primeros días. Doy gracias por el amplio número de colaboradores porque eso me da seguridad en el trabajo pastoral.


Comienzan los preparativos de la misa del jueves, fecha de la toma de posesión con lo que estoy muy ilusionado. Ha ensayado el coro parroquial que cantará este jueves, también lo hará en la misa del sábado. También lo ha hecho la coral de arquitectos y aparejadores que animarán la celebración del sábado junto al coro parroquial.

Casi me he emocionado al escuchar cantar al coro, todo mujeres, voces muy buenas, cantos preciosos. Todo con ritmo de Evangelio. Es un regalo para mí, como lo son tantas vivencias de estos días. Después de estar tres años en una parroquia donde hemos cantado a palo seco, me encuentro ahora con esto. Es una bendición, precisamente con lo que me encanta escuchar una guitarra en una eucaristía. Los cantos que han seleccionado son dinámicos, juveniles, rítmicos...Más adelante, en alguna ocasión quizá pudiéramos preparar unas coreografías ¿por qué no? Bien preparado, puede ser una buena oportunidad para dinamizar las celebraciones, para conectar con la gente joven...En definitiva, para vivir la celebración con más intensidad. Pero, todo el mundo tranquilo que no voy a revolucionar a la parroquia desde el primer día. Este sentido festivo de las celebraciones lo aprendí de África, de las dos ocasiones en que estuve dos veranos distintos, cada uno de ellos durante dos meses. De ello, hace más de 10 años pero sigue muy vivo en mí, fue en Eritrea y Zambia.

La coral de arquitectos y aparejadores tienen también muy buenas voces. Es la primera vez que han venido y como les he dicho, que no sea la última. Decía Santa Teresa que quien canta, reza dos veces. Creo que aquí en la parroquia vamos a rezar mucho y con intensidad.

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