Reunidos para celebrar la fiesta de la Santa Cruz

Llevo conmigo durante estos días, un montón de cuartillas. Son las peticiones de todas las personas que han escrito sus peticiones. Oramos por ellas, en estos días previos del quinario y luego se presentan ante el altar con el pan y el vino como una hermosa ofrenda. Luego, me lo llevo conmigo a casa, para orar más despacio pidiendo por lo que cada uno presenta. Se trata de una hoja, repartida hace una semana y durante los días pasados.Tiene tres preguntas, dos de ellas las más importantes: ¿Tienes alguna necesidad especial en tu casa, por la que deseas que pidamos por ti?, otra es: Escribe los nombres de las personas vivas por las que deseas que oremos.Finalmente, hay una pregunta sobre si hay algún enfermo en la casa que desean sea visitado.También hay un espacio para quienes tienen enfermos para poner sus datos personales y poder contactar con esas personas.

Esto ha sido lo que ha centrado la reflexión en la homilía de la fiesta de la Santa Cruz.Primero, muchas peticiones de enfermedades. Una interpelación personal para estar más cerca de quienes me necesiten.Quizá también existe el peligro de pedir por los enfermos, desentendiéndose de ellos y el compromiso que cada uno pueda asumir. Pocas, casi ninguna acción de gracias.Lástima que no sepamos dar gracias. Y lo más importante y urgente, poquísimas personas pedían por decisiones personales. Conclusión importante: nuestras decisiones las tomamos al margen de la fe y de Cristo. La pregunta del millón es la siguiente: ¿Qué haría Jesús en mi lugar? La entrega de Jesús en la cruz, pasa por ponerle ante Él tus decisiones y que todo en ti vaya unido en conformidad con lo que piensas y celebras. 

Las lecturas apoyaban esta realidad: Mis caminos no son vuestros caminos, tus caminos no son los míos...¿Mi vida es Cristo, cuando no discierno a la luz de Él lo más conveniente y necesario?Finalmente, la capacidad de acogida en la parroquia , los más veteranos con los nuevos, en referencia al evangelio de los trabajadores de la viña y el momento en que cada persona es llamada. Lo más impresionante, es que Cristo, a pesar de todos estos fallos te dice y me dice: ¡Cuento contigo!¿Me responderás positivamente?

Dimos la comunión bajo las dos especies. Primera vez en estos dos años, lo cual ha sido un gesto que ayuda a valorar más la eucaristía nos ayudaron las Hermanas Nazarenas. Tras la comunión, el canto de la hermana Glenda "Nada es imposible para ti", nos ayudó a todos a superar nuestros miedos para confiar más en Él y dar lo mejor de uno mismo.

Concluida la celebración, bendecimos los claveles y se repartieron entre los asistentes. Fueron numerosas personas, también quienes vienen puntualmente. Todos salimos contentos, y como estamos de llenos en las fiestas, nos reunimos un grupo de personas voluntarias. Hemos empezado a preparar la fiesta del próximo sábado en que tras la celebración de la subida de la imagen del Cristo, tendremos un momento de compartir juntos. Doy infinitas gracias a Dios por todas las personas que han colaborado. Por el coro, por la vidilla que nos dan con la música, sus voces, instrumentos...Por todos los que han preparado la imagen del Cristo, por cuantos estuvieron en la exposición del Santísimo a lo largo del día. Hemos estrenado megafonía y ha sido algo destacable, como dato decir que Isaac el chico que nos lo ha instalado estuvo pendiente de que todo resultara bien.Incluso se unió a la celebración en el momento en que, en torno al altar, rezábamos juntos el Padrenuestro.

Por supuesto, doy muchas gracias a Dios por estar en esta parroquia, por todo lo que recibo.Pido al Señor, aumente mi capacidad de entrega, de superación. Quiero entregar alma, vida y corazón por esta querida comunidad parroquial de la Santa Cruz, esta parte importante de mi propia familia.¡Gracias,Señor!