Comienzo del quinario

Hemos comenzado este lunes 12 de septiembre el quinario,es decir los cinco días previos a la fiesta de la Santa Cruz. Aunque la fiesta litúrgica es el 14 de este mes, habitualmente pasamos su celebración al sábado siguiente.Una importante novedad de este año, es que junto a las calles del barrio por las que pedimos, tenemos en cuenta no sólo a los difuntos, sino sobre todo a las familias, los vecinos..las necesidades más urgentes e importantes.Para ello, antes de la eucaristía,tras el rosario, hemos repartido de nuevo las hojas en las que quien lo desea se apuntan las intenciones por personas vivas.Se han leido en el momento de las peticiones y luego se han depositado sobre el altar.Por cierto, había numerosas intenciones.Como yo comenté al final, hago mías todas esas intenciones para orar de modo especial por ellas,como pastor que soy de la comunidad parroquial.

En la liturgia han leido y participado diversos miembros de nuestra comunidad parroquial, de modo especial los de las calles de hoy: Rafael García Pérez,Manuel Pérez Navarro,Francisco Hernández Guerra y Juan Sarazá Ortiz.Hemos escuchado los testimonios de Eva y Mercedes, estupendos mensajes de su encuentro con el Señor.Algo en común: el catecumenado como una oportunidad para conocer y acercarse a Cristo y la importancia de la Palabra como alimento constante en el crecimiento en la fe para ir descubriendo lo que Dios nos pide a cada instante. 

Para mañana, tenemos presentes a los vecinos de la Calzada Lateral del Norte, extensivo también a quienes viven en el barrio de Las Rehoyas y vienen a nuestra parroquia por razón de proximidad.Solamente, les separa la carretera de un lado a otro. También tendremos presentes las intenciones de quienes viven en otros barrios periféricos al nuestro y participan de la comunidad parroquial como son San Francisco y Lomo Apolinario.

Doy gracias a Dios por todo lo celebrado, sobre todo he visto y sentido de modo especial la presencia del Espíritu Santo en toda la celebración.Estoy convencido y seguro que, desde la fuerza de la oración, durante estos días o próximamente el Señor quiere hacer auténticos milagros en el corazón de las personas y de las familias.Pronto lo veremos, así es quien se fía de Él, lo obtiene todo.En tus manos,Señor, te encomiendo estos días de fiestas y la vida de nuestra comunidad parroquial.¡Gracias!

2 comentarios:

  1. Julio felicidades por la celebración de las fiestas del Cristo, lo mismo para la comunidad de la Sta. Cruz. Ya sé que aún queda una semana en las que se incluye diariamente diferentes actividades. Entre semana no he podido ir, por problemas de horario laboral, pero me llamó la atención la homilía de este sábado y me hizo reflexionar: la pobreza a la hora de hacer oración a Dios. Se me ocurre, pero no sé si se puede incluir como actividad durante el curso, que tal vez sería bueno tener espacios de oración comunitaria. Muchos realmente no conocemos ¿la riqueza que podemos encontrar en el trato con Dios?, así me decía una persona después de la misa de este fin de semana. Contaba que se habían presentado testimonios muy hermosos, sobre la ¿experiencia de encuentro con el Señor?. ¡Cuánto me hubiera gustado conocerlos!. Lo poco que pude hablar con esa persona, me dejó pensando que es verdad: yo por lo menos no sé pedir a Dios me ayude a cambiar actitudes, ni hacer frases completas, ¡vaya! que sólo uso monosílabos. No me avergüenza decirlo, pero después de oír la homilía y hablar con la persona que me dijo que había presentado su testimonio, me quedé con una inquietud extraña. Me decía que esta mujer, que rezar es mantener relación oral o silenciosa, conversar con el Señor, mirarle sin decirle nada, darle gracias; en una palabra tratar más con Él y no como hago yo: “Señor te pido por Fulanito, para que se mejore” o “por mi familia, la paz, los pobres, el paro, etc.”.
    Disfruté mucho la misa de este sábado. La verdad que aprendí muchas cosas que no conocía de Jesús. Felices fiestas para todos. Un saludo.

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  2. La idea de tener momentos de oración como han escrito en un comentario anterior, me parece estupenda.
    Hice un Taller de Oración hace años y el resultado fue extraordinario, pero ahora preferiría compartir una horita por ejemplo, de meditar la Palabra, o más sencillo aún, participar en rezar en común-unión con un grupo de personas que tal vez, lo que necesitan es experimentar, asimilar y profundizar sobre el trato con Dios.
    Decía Sta. Teresa de Jesús que: “Orar, es tratar de amistad con Aquel, que sabemos que nos ama”.
    De eso se trata; cuando nos acercamos para estar con un amigo, personas de confianza que nos quieren y a las que queremos, etc., : charlamos, le escuchamos, compartimos e incluso es tanto lo que nos aportan que aún sin palabras nos sentimos dichosos sólo con mirarles.
    Julio, si decidieras incluir como actividad pastoral algún día para conocer mejor la Palabra, ya que este curso va dedicado a ella, me gustaría participar. Abrazo y bendiciones.

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