Sorpresa y expectación



Estoy sorprendido por la noticia de la renuncia de Benedicto XVI a su pontificado. Lo ha comentado este lunes 11 de febrero por la mañana en el Consistorio de Obispos para estudiar causas de canonización. Lo ha dicho así: "Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino." Una importante decisión discernida a la luz de la oración.

Creo que como a muchas personas nos pilla de sorpresa. No es habitual que un Papa tome este tipo de decisiones, aunque se recoge en el Código de Derecho Canónico en el número 332. En él se dice que: "Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero que no sea aceptada por nadie". Por otra parte, un acontecimiento de este tipo no es algo a lo que estemos acostumbrados.Hace seis siglos que no se da un caso así, en la historia de la Iglesia un caso semejante fue en 1415 con el Papa Gregorio XV.

Por otro lado, era de prever un pontificado relativamente breve. El entonces cardenal Ratzinger llega al Papado en 2005 con 78 años. A eso hay que unirle ya los problemas de salud propios de una edad avanzada:problemas de corazón,hipertensión,artrosis... También es cierto que ya lo dejó caer en aquella entrevista realizada por el periodista alemán Peter Sewald en el libro "Luz del mundo" en que comentaba: "Cuando un Papa alcanza la clara conciencia de que ya no es física, mental y espiritualmente capaz de llevar a cabo su encargo, entonces tiene en algunas circunstancias el derecho, y hasta el deber, de dimitir". Creo que es todo un ejemplo de sinceridad y transparencia, sobre todo también para nuestra sociedad civil en la que quienes ejercen el poder se aferran a él con uñas y dientes.

Personalmente, vivo este momento con expectación. A partir del 28 de febrero, el actual Papa de la Iglesia Católica dejará de ejercer su cargo por propia voluntad. Creo que estamos en un tramo apasionante de la historia. Llegan momentos de cambio, en este Año de la fe, en este 50 aniversario del Concilio Vaticano II, en estos tiempos en que la comunidad eclesial trabaja por una nueva evangelización.Lo mejor está por venir.


1 comentario:

  1. Nos acogido a todos por sorpresa,pero ha sido muy
    coherente muy leal y muy sincero,ante todo es persona y como tal hay que respetar su decisión
    había sido elegido con una edad avanzada y eso no le impidió saber ejercer su misión como sucesor de
    Cristo en la tierra.Hay un momento en la vida que
    todo tiene un fin,y a Benedicto le ha llegado en
    un año muy hermoso como es el año de la fe.Que Dios le bendiga PADRE Y LE DE SALUD.ORACIONES.

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