Testimonios de la Jornada Mundial de la Juventud




Llego a casa hace unos minutos, tan lleno de ilusión, de energía, de entusiasmo...Tan lleno de todo, que no me puedo callar todo lo que llevo dentro. Hemos tenido esta tarde del lunes 19 de septiembre, en la parroquia, los testimonios de quienes participamos en la Jornada Mundial de la Juventud.

Presidió la eucaristía, Domingo Muñoz, delegado diocesano de pastoral con jóvenes.También concelebró, José Benito Gallego, delegado de pastoral vocacional.Yo concelebré con ellos.En la homilía, predicada por Domingo,una idea importante: Cristo es la luz y lo encontramos en la comunidad.

Tras la celebración, tuvimos los testimonios.Fuimos con las camisetas del encuentro, se añadieron jóvenes de otras parroquias.Algo hermoso de contemplar y de escuchar. Cantamos juntos el himno "Firmes en la fe".Escuchamos los testimonios de todos, también de las familias de quienes estaban.Finalizamos con el vídeo que aparece aquí en el blog ( en la parte superior derecha), resumen de los mejores momentos que finalizó con un aplauso cerrado por parte de todos los asistentes.

No pretendo resumir cuanto se ha dicho, sería muy extenso. Hay algo en lo que todos coincidimos: la alegría de este encuentro, la satisfacción en cada uno de nosotros, el deseo de poder repetir experiencias de este tipo. Cada vez, veo más importante ofrecer experiencias fuertes de encuentro con el Señor a jóvenes y adultos, a los creyentes. Más que reuniones y programaciones necesitamos ofrecer espacios de encuentro, de testimonios...Cuando Cristo llama a tu corazón, y entra en tu vida, ya no sale nunca de ti. 

Cierto que esta alegría no es porque tuviéramos comodidades, todos han contado de un modo u otro, las incomodidades del calor, la falta de agua, el cansancio por caminar tanto...Pero, a pesar de todo eso, estamos tan felices e incluso ya pensando en si repetir para más ocasiones. Una conclusión lógica, la felicidad no está en lo material y muchas veces en lo adverso y en la dificultad encuentras el gozo profundo de vivir para los demás.

Eramos cuatro curas:Domingo,José Benito, Juan Fran y yo. Algo en lo que hemos coincidido es la alegría de ser sacerdotes, lo que nos ha ayudado este encuentro a descubrir otra imagen más positiva de los jóvenes, a sentir que Cristo llama en cualquier momento de la vida y de los modos más inesperados.En fin, tanto y tanto que seguiría escribiendo.

Doy gracias,junto a ellos, a los miembros de la parroquia que participaron: a Inés, animadora del grupo de jóvenes; a Samuel y su familia que le acompañó hoy, lo mismo que a la de Gerardo acompañando a su hijo.También a Cristopher y Anyelina, además de Lolibel que participó con nosotros.

Agradezco, por supuesto, a los miembros de nuestra comunidad parroquial, que han estado con nosotros compartiendo este rato y se unieron desde la televisión siguiendo todos los actos.

Finalmente, gracias a los jóvenes de otras parroquias que se unieron esta tarde. Ya saben que aquí, tienen su casa, una familia que les acoge con los brazos abiertos.

¡Ah,algo importante, se me olvidaba! En el ofertorio, presentamos junto al pan y al vino la mochila de la JMJ, que Cristo llene la mochila de nuestra vida, de ilusión y deseos de entrega por los demás.Y como no podía ser de otro modo, las intenciones de oración de la comunidad en las cuartillas que recogen las peticiones escritas por las personas interesadas en que nos unamos en una misma plegaria.

Esto ha sido una gozada increíble,nunca me cansaré de dar gracias a Dios por este regalo de la JMJ. Pido, sobre todo al Espíritu Santo, me siga llenando de su fuerza para seguir transmitiendo con vigor y autenticidad el mensaje de Cristo.Que Él pueda llenar de sentido pleno, muchas vidas y muchos corazones.




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